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Ahora que ya estamos metidos de lleno en el 2014 me tomo mi tiempo y me siento ante el ordenador para poner en orden mis ideas sobre aquello que leí en 2013. Un año de mierda, sí, pero unas lecturas muy interesantes. Muchas novelitas de pocas páginas, algo de poesía, novelazas del siglo XX, mamotretos de mil páginas, literatura indie y aventuras de Sherlock Holmes resumen el año. Eso y más de una docena de cómics para completar.

¿Qué puedo destacar?

En mi top 3 particular me quedo con mi primera incursión en Stefan Zweig y su Carta de una desconocida, una exquisita El lector de Bernhard Schlink y una lenta tortura como El desierto de los tártaros de Dino Buzzati.

desierto de los tartaros

Que Stefan Zweig es uno de los grandes escritores de la primera mitad del siglo XX nadie lo duda. Pródigo como pocos, su obra está diseminada entre teatro, biografías y novelas. Mi primera y hasta ahora única lectura suya es esta sencilla, íntima y preciosa Carta de una desconocida (Editorial Acantilado), donde una mujer escribe al hombre al que siempre ha amado:

«Es extraño que en ese primer segundo pudiera descubrir eso que en ti me sorprende y sorprende a los demás. Vi que eras dos personas en una: un joven ardiente, impulsivo y aventurero, y, al mismo tiempo, en tu arte, un hombre enormemente serio, responsable y cultivado. Sin darme cuenta percibí algo que después vieron todos, que llevabas una doble vida, una vida con una superficie abierta al mundo y otra en la sombra, que sólo tú conocías. Esta profunda ambigüedad, el misterio de tu existencia, me atrajo desde el primer momento, cuando sólo tenía trece años.»

La segunda es una novela alemana que se hizo popular a finales de los noventa y famosa en 2008 cuando Stephen Daldry dirigió la versión cinematográfica. El lector (Editorial Anagrama) analiza parte de la historia reciente de Alemania a través de un joven que se enamora de una mujer adulta a la que lee novelas, poesías y obras de teatro entre baños, sexo y peleas entre enamorado. El pasado nazi de ella y el futuro como abogado de él se verán implicados en otra historia de amor inacabada más de la literatura universal.

Y para acabar esa que he denominado como “lenta tortura”: El desierto de los tártaros (Alianza Editorial). Una novela que parece ir sobre nada y que en realidad cuenta la gran historia de nuestras vidas de un modo metafórico, delicado y sutil como ninguna. La historia del oficial Drogo encerrado en la fortaleza Bastiani mientras ve como su vida se echa a perder en la espera de una guerra que no llega es un bello ejemplo de cómo hay que aprovechar la vida más allá de nuestros miedos y nuestras esperanzas. Nuestro destino es nuestro en la medida en que hacemos algo para alcanzarlo. No basta con esperar. Hay que actuar o perderemos toda nuestra vida encerrados en nuestras propias fortalezas con miedo a ser heridos, miedo a perder, miedo a no llegar a ser lo que queríamos ser, etc. Una gran novela que mis palabras no hacen justicia. Una «lenta tortura» que os sacará los colores morales si decidís dar el paso y leerla.

Veremos que lecturas nos depara el 2014, si consigo terminar el maldito A Feast for Crows…

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This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License. Texto y fotografía de María José Alfonsel.